¡Alabado sea Jesucristo!
Hoy es el domingo de Pentecostés, cincuenta días después de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, el comienzo definitivo de la Iglesia Católica. Dios Padre envió a su Hijo no sólo para ofrecerse a sí mismo por nosotros, sino para llevarnos a la comunión con Él en el Cuerpo Místico de Cristo, Su Iglesia.
La Iglesia es una misión, no un club social de elites. Su propósito no es evitar que entren personas malas; ¡la misión de la Iglesia es traer gente mala! Jesús dijo: “No he venido a llamar justos, sino a pecadores”. (Mc. 2:17) La Iglesia Católica es el lugar de comunión con Dios experimentado concretamente a través de los sacramentos.
Toda persona está hecha para ser miembro de la Iglesia. Dios es nuestro Padre y nosotros somos Sus hijos e hijas. Pertenecemos a la Iglesia Católica fundada por el propio Hijo de Dios, Jesucristo nuestro Señor. Jesús quiere que seamos sus misioneros para traer más almas a la salvación. Invita a otros a encontrar su verdadero hogar e identidad en la Iglesia que Cristo fundó y sostuvo con gracia vivificante por el envío del Espíritu Santo.
Que Dios te bendiga.
P. Geary