¡Alabado sea Jesucristo!
La voz de Jesús es la voz del Buen Pastor. Él es el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por medio de Él (Jn. 14:6). Jesús se llama a sí mismo la puerta, lo que significa que es sólo a través de Él que somos salvos. Nadie ni nada puede salvarnos del infierno y darnos el cielo excepto Jesucristo, nuestro Buen Pastor.
¿Cómo distinguimos la voz del Buen Pastor de las otras muchas voces que proponen decirnos la verdad? Jesús dijo en el Evangelio de hoy: “Vine para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10:10). La vida es de Dios; El asesinato es del diablo. Es la voz del “ladrón” que dice que hay demasiadas personas, que matar gente es la solución a nuestros problemas. Jesús vino a traernos vida abundante, no abundante riqueza. Cada vida humana es creada por Dios a Su imagen y semejanza. ¿Cómo puede haber demasiadas imágenes de Dios?
Jesús resucitó de entre los muertos para destruir la muerte y darnos vida eterna. No escuchen voces que buscan la muerte de los seres humanos. El diablo es mentiroso y asesino desde el principio (cf. Jn 8,44). Satanás viene a robar, masacrar y destruir. Jesús, el Buen Pastor, protege a los vulnerables y los conduce a pastos eternos.
Que Dios los bendiga,
P. Geary