Estimados feligreses de la Parroquia de Santiago Apóstol:
¡Alabado sea Jesucristo!
El único y verdadero Dios es una Trinidad de Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios se ha revelado a Sí mismo para que podamos conocerlo, adorarlo y compartir Su vida divina. Él no es sólo una Persona sino tres Personas. Otras personas (ángeles y seres humanos) deben su existencia y su continuación en el ser a Dios, el origen de la personalidad.
Como la Trinidad, Dios comparte Su vida y amor dentro de la Deidad y a quien Él llama a la existencia. Las personas, naturalmente, están ordenandos para compartir la vida y el amor entre sí. Puesto que la vida y el amor no son egoístas sino ordenados a los demás, nuestro amor no puede ser egoísta. Encontramos nuestra satisfacción en dar amor generosamente, aunque no seamos amados a cambio. El amor no espera ser devuelto.
Somos amados porque la Santísima Trinidad nos creó. Como personas, compartimos la imagen y semejanza de Dios. Existimos para amar a Dios y a los demás para siempre en el amor de la Santísima Trinidad. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. ¡Que Dios sea glorificado y nosotros también en Él por los siglos de los siglos!
Que Dios los bendiga,
P. Geary