Estimados feligreses de la Parroquia de Santiago Apóstol:
¡Alabado sea Jesucristo!
Hoy, cincuenta días después de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, Dios el Padre en el nombre de Su Hijo envió al Espíritu Santo para comenzar la Iglesia Católica. El Espíritu Santo prepara a los hombres y sale a su encuentro con su gracia para atraerlos a Jesús. Él les manifiesta el Señor resucitado, les recuerda todo lo que Jesús dijo, y abre sus mentes para entender Su muerte y Resurrección. El Espíritu Santo revela la Eucaristía y mueve a los creyentes al arrepentimiento y a la reconciliación (Catecismo de la Iglesia Católica, 737).
Dios el Espíritu Santo es una Persona, así como Dios el Padre y Dios el Hijo son Personas. Debemos invocarlo por su nombre en nuestra oración para que Él nos lleve más cerca de Cristo, nuestro Salvador. Él es el Espíritu de la verdad que mantiene nuestra fe intacta. Él es Él que fortalece nuestra fe y nos da el deseo de santidad. Su poder hace que los sacramentos sean eficaces y permite que los corazones de los creyentes den fruto en abundancia (véase. Jn 15, 8).
Dios se ha manifestado completamente a través de Su Espíritu Santo. ¿Hemos creído en todos los misterios de las tres Personas divinas? Pídanle al Espíritu Santo que aumente su fe en todos los misterios de Dios. Y volvámonos a la Santísima Virgen María, quien, al concebir por el Espíritu Santo, recibió con gracia el Fruto de nuestra salvación. Que Dios los bendiga,
P. Geary
Saint James Catholic Church 