Carta de P. Geary, 9-25-2022 – Español

¡Alabado sea Jesucristo! 

Ninguno de nosotros quiere ser esa persona que pierde todo el punto de la vida: la salvación o la condenación. Seguimos pensando que todo está bien y llegamos a descubrir que no nos dimos cuenta de una persona obvia necesitada justo en frente de nosotros. Dios es justo y juzga con justicia. Todo lo que no hacemos por el más pequeño de nuestros hermanos, no lo hacemos a Cristo (cf. Mt 25, 45). Dios no nos sorprenderá con la condenación. Cuando Él nos señale nuestro fracaso para ayudar a alguien necesitado, permaneceremos visiblemente en silencio y receptivos. 

El hombre rico condenado en el Evangelio nos sacude hasta la médula. ¿A quién no me doy cuenta? ¿Dónde soy rico mientras otros tienen hambre? ¿Se ha entumecido mi conciencia ante los pobres en mi puerta? Estas preguntas de búsqueda son apropiadas para nuestra oración personal. 

Nuestro Señor promete: “Pide y recibirás; busca y encontrarás; llamen y la puerta se les abrirá” (Mt. 7:7). Vuélvete al Señor y pide ojos para notar al pobre hombre en tu puerta. El Señor te mostrará a quién estás llamado a ayudar. No podemos cambiar nuestro destino eterno después de la muerte. Ahora es el momento de buscar y encontrar a aquellos cuya vida es difícil para brindarles alivio. 

Que Dios te bendiga 

P. Geary

Published by St. James, Belvidere

Saint James Catholic Church, Belvidere, IL