Estimados feligreses de Santiago:
¡Alabado sea Jesucristo!
¿Escuchas la voz de Dios? ¿Reconoces Su presencia cuando Él se manifiesta? El Señor ha resucitado y busca una relación contigo. Jesús te hace la misma pregunta que le hizo a San Pedro en el Evangelio de hoy: “¿Me amas?”
La pregunta del Señor a ti es muy íntima, una oferta que implica vulnerabilidad y la posibilidad de rechazo. ¿Cuál es su respuesta? San Pedro respondió rápidamente que él amaba a Jesús. ¿Estás listo para responder rápidamente o necesitas pensar en ello? ¿Tu respuesta es medida, condicional? Si dices ‘sí, entonces necesitas amarlo con todo tu corazón, alma, mente y fuerza (Mc 12:30). Si dices ‘no’, entonces rechazas Su intimidad y pones en peligro tu salvación. ¿Cuál es tu respuesta: ¿Amas a Jesús?
Amar a Jesús significa que llegarás a ser como Él por Su gracia. Serás rechazado, atado, llevado a donde no quieres ir. Harás la voluntad del Padre celestial y no la tuya, siguiendo a Jesús dondequiera que Él te guíe. Serás exaltado en lo alto con los ángeles y los santos viviendo para siempre en amor y en luz. ¿Todavía necesitas tomar una decisión?
Que Dios les bendiga,
P. Geary