Carta de P. Geary, 3-13-2022 – Español

Estimados feligreses de la Parroquia de Santiago Apóstol:  

¡Alabado sea Jesucristo! 

Cuando Jesús fue transfigurado en el Monte Tabor, la apariencia de Su rostro cambió y Su Cuerpo sagrado exudaba una luz brillante.  Los santos Pedro, Santiago y Juan vieron la manifestación milagrosa de la divinidad de Jesús y testificaron de ella para que pudiéramos creer a través de sus relatos de testigos oculares. ¿Cuál es el significado de la Transfiguración de Jesús? 

Jesús revela lo que está oculto.  Su cuerpo sagrado no es sólo un velo que oculta Su divinidad, sino que su humanidad está sustancialmente unida a Su divinidad.  Del mismo modo, cuando estamos unidos a Jesús por Su gracia, compartimos la vida divina de Dios.  Jesús una vez les dijo a Sus discípulos (y a nosotros, por extensión): “Ustedes son la luz del mundo; que brille tu luz delante de los hombres” (Mt 5,14,16).  Cuando un alma humana está en el estado de gracia, comparte la propia luz y vida de Dios.  Dentro de nosotros hay un poder y una belleza más allá de la descripción. 

La Transfiguración de Jesús es también un signo de nuestra futura resurrección.  Si perseveramos en nuestra fe y pasamos de este mundo en la amistad de Dios, resucitaremos de entre los muertos.  Este humilde cuerpo nuestro será conformado al Cuerpo glorificado de Jesucristo (cf. Fil. 3:21).  ¡Esperamos una transformación gloriosa!  A medida que nuestros cuerpos envejecen y soportamos dificultades, un día nos levantaremos y seremos cambiados para siempre por Dios.  Nuestra gloriosa resurrección en lo alto vale todo el dolor y la tristeza que podamos tener que soportar aquí abajo.   

Que Dios los bendiga 

P. Geary 

Published by St. James, Belvidere

Saint James Catholic Church, Belvidere, IL