Estimados feligreses de la Parroquia de Santiago Apóstol:
¡Alabado sea Jesucristo!
A medida que continuamos celebrando este año en honor de San José, consideramos su ejemplo y su vida como modelos a seguir para los pastores de la Iglesia. Su vida era una de responsabilidad sagrada sobre el verdadero Cuerpo de Cristo mientras cuidaba diariamente al Redentor. San José mostró cómo los futuros sacerdotes deben enseñar, santificar y gobernar el Cuerpo Místico de Cristo mientras se hizo padre adoptivo del Señor, la Cabeza y el Pastor de la Iglesia.
Los sacerdotes y obispos deben enseñar la doctrina de la Fe Católica que nos ha sido transmitida por Nuestro Señor mismo. La enseñanza de Jesús es la verdad porque Él es la verdad. Los sacerdotes no pueden cambiar Su enseñanza para que sea más fácil para el sacerdote o el pueblo. La verdad es el estándar por el cual todos nosotros seremos salvos o condenados. San José siempre dejó que Jesús y María hablaran porque sus enseñanzas lo guiaron en todo.
Los pastores también santifican a los fieles por medio de los Sacramentos, especialmente la Santísima Eucaristía. Al ofrecer diariamente el Santo Sacrificio de la Misa, el sacerdote pide la gracia celestial para aumentar su propia santidad y la de toda la Iglesia. San José practicó la adoración perpetua como estaba en la presencia de Jesús día y noche. Él nos muestra cómo ser santos como Dios es santo.
Los sacerdotes y obispos también deben gobernar la Iglesia según el ejemplo de San José. Él guió a Jesús y María a través de los peligros terrenales y las persecuciones humanas. Los pastores deben conducir a los fieles al cielo, un lugar de seguridad y paz. Nuestro objetivo es llegar al cielo. Los sacerdotes y obispos necesitan mostrar a los fieles el camino, Jesucristo. La bendita vida de San José da a los pastores un ejemplo santo y varonil a seguir.
Que Dios los bendiga,
P. Geary
Saint James Catholic Church 