Estimados feligreses de la Parroquia de Santiago Apóstol:
¡Alabado sea Jesucristo!
El Obispo Malloy está cancelando la dispensación de la obligación de asistir a Misa a partir de julio, así obligándonos una vez más a asistir al Santo Sacrificio de la Misa los domingos y las fiestas de precepto. El tercer mandamiento nos exige que guardemos el Día del Señor como un acto de justicia hacia Dios. Ya es la hora de regresar a Misa para rendir a Dios su debida adoración.
La Iglesia enseña que hay cuatro fines (o propósitos) para la Santa Misa. El primer fin de la Santa Misa es la adoración. Es justo y necesario adorar al Dios vivo. Él nos hizo; le pertenecemos a Él. El segundo propósito para dar gracias. En la Misa ofrecemos un sacrificio de alabanza por Jesús al Padre. La acción de gracias muestra nuestra humilde gratitud al Todopoderoso. La tercera razón para la Santa Misa es participar en la expiación que Jesús hizo por nuestros pecados. La única muerte salvadora de Jesús se vuelve a presentar en el altar. Nos ofrecemos con Jesús al Padre para nuestra redención y, de hecho, para el mundo entero. Y, por último, la Santa Misa pide a Dios beneficios espirituales y temporales para nosotros mismos por la ofrenda aceptable del Hijo de Dios.
Vuelvan a Dios. Volvamos a la Santa Misa. El Señor quiere llenarlos de cosas buenas. Vengan a la fiesta de bodas del Cordero. Vengan al Dios viviente. Vengan a adorar y a recibir la vida eterna.
Qué Dios los bendiga,
P. Geary