Estimados feligreses de la Parroquia de Santiago Apóstol:
¡Alabado sea Jesucristo!
Continuamos nuestras reflexiones sobre San José tomando ideas del excelente libro, Consecration to St. Joseph (Padres Marianos de la Inmaculada, 2020). El hecho de que se le han llamado “hombre justo” en las Escrituras significa su excelente carácter ante Dios y los hombres (Mt. 1:19).
San José estaba lleno de un sentido de su propia indignidad y, al mismo tiempo, de una profunda reverencia por Dios. Temía ofender mucho a Nuestro Señor y a nuestra Señora que estaba más que dispuesto a separarse de los grandes misterios que lo rodeaban (Mt. 1:20). Humildemente consideraba a los demás como más grandes que él mismo. Se abstuvo de sospechar a otros de cometer malas acciones y optaba por suspender su propio juicio en favor del juicio de Dios.
San José unió gran humildad con gran obediencia. Obedeció rápidamente la voz del Señor cuando el ángel le ordenó llevar a María a su hogar. Las Escrituras dicen: “Hizo lo que el ángel del Señor mandó” (Mt. 1:24). San José nos enseña a reservar el juicio (¡incluso por mucho tiempo!) en situaciones que no podemos comprender. El Señor revelará Su voluntad por nosotros en Su tiempo de acuerdo con Su Palabra. Tenemos que permanecer fieles ante la incertidumbre sabiendo que el Señor está cumpliendo Su voluntad en nuestras pruebas.
Qué el buen San José sea nuestro ejemplo y guía para confiar en Dios. Si somos justos y rectos a la vista de Dios, Él nos utilizará para traer mayor gloria a Jesús y María y, por lo tanto, traer la salvación a quienes la buscan.
Qué Dios los bendiga
Fr. Geary