Carta de P. Geary, 1-10-2021 – Español

Estimados feligreses de la Parroquia de Santiago Apóstol:

                ¡Alabado sea Jesucristo!

                Nuestro Salvador Jesucristo se sometió a ser bautizado para no ser santificado, sino para santificar las aguas.  El sacramento del bautismo aplica el perdón de los pecados conseguido en la Cruz.  El pecado original es borrado, las puertas del Cielo se abren y nos convertimos en hijos e hijas adoptivos de Dios.  Muriendo con Cristo en la Cruz y levantándonos con él, el Bautismo nos da un nuevo nacimiento así compartiendo la propia naturaleza de Dios.

¿Se dan cuenta de lo que Dios les dio en su Bautismo? Abrió el Cielo para Uds. y les llenó con las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad para que pudieran amar a Dios con todo su corazón, mente, alma y fuerza.  Además, les dio las virtudes de la prudencia, la justicia, la templanza y la fortaleza para que puedan amar al prójimo como a si mismo.  Infundió sus almas con los siete dones del Espíritu Santo que hacen que los hábitos adquiridos sean fructíferos para el bien de las almas.  Les ungió sacerdote, profeta y rey.  Como personas bautizadas, comparten el sacerdocio común de todos los creyentes capaces de ofrecer sacrificios aceptables al Padre.

Católico bautizado: ¡Conoce tu dignidad, identidad y autoridad!  Jesucristo te ha reclamado como uno de los suyos.  Dios te ha puesto Su sello para siempre.  Has nacido de nuevo del agua y del Espíritu Santo.  Vive tu nueva vida como uno de los propios hijos e hijas de Dios.

Que Dios los bendiga,

P. Geary 

​ 

Published by St. James, Belvidere

Saint James Catholic Church, Belvidere, IL