En este año de Avivamiento Eucarístico Nacional, seguimos reflexionando sobre este gran don. Acabo de leer que alrededor del 83% de los católicos que asisten a Misa al menos ocasionalmente creen que el Santísimo Sacramento es más que un símbolo. Esa es una estadística diferente de lo que hemos estado escuchando. (Quién sabe quién tiene razón. Dicen que la respuesta depende de cómo se hizo la pregunta). Se dijo que las personas encuestadas creen que Jesús está en el pan y el vino consagrados. Mejor que decir que es solo un símbolo, pero nada exacto.
A través de la oración de consagración, el pan y el vino cambian de sustancia y se convierten en el mismo Cuerpo y Sangre de Cristo. Las apariencias del pan y del vino permanecen, pero el pan y el vino ya no son pan y vino, son el verdadero cuerpo y la sangre el alma y la divinidad de Cristo. Eso es muy, muy diferente a decir que Jesús está “en” el pan y el vino. El pan y el vino SON el Cuerpo y la Sangre de Jesús. Por eso hablamos de transubstanciación. Ese “qué” (sustancia) del pan y del vino se transforma.
Lo creemos porque, como escribió Santo Tomás de Aquino, es porque Jesús lo dijo.
¡Feliz Día del Padre!
Saint James Catholic Church 