Me gustaría seguir reflexionando sobre el Padre Nuestro.
Oramos: “Venga tu reino”
Los expertos nos dicen que las palabras griegas y latinas originales que se traducen como “reino” también podrían traducirse como “reinado”. Un “reino” es un lugar estático. Por ejemplo, el Reino de Gran Bretaña. “Reinado” es una palabra activa. Eg. El reinado del rey Carlos III.
Algunas reflexiones para el Catecismo de la Iglesia Católica…
2818 En el Padre Nuestro, «venga tu reino» se refiere ante todo a la venida final del reino de Dios por el regreso de Cristo. Pero, lejos de distraer a la Iglesia de su misión en este mundo, este deseo la compromete a ella con mayor fuerza. Desde Pentecostés, la venida de ese Reino es la obra del Espíritu del Señor que “completa su obra en la tierra y nos trae la plenitud de la gracia”.
2819 “El reino de Dios es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. 90 El tiempo del fin en el que vivimos es la era del derramamiento del Espíritu. Desde Pentecostés se ha librado una batalla decisiva entre «la carne» y el Espíritu.
Sólo un alma pura puede decir con valentía: “Venga tu reino”. Aquel que ha oído a Pablo decir: “No reine, pues, el pecado en vuestros cuerpos mortales”, y se ha purificado en acción, pensamiento y palabra, dirá a Dios: Venga tu reino.
2820 Mediante un discernimiento según el Espíritu, los cristianos deben distinguir entre el crecimiento del Reino de Dios y el progreso de la cultura y de la sociedad en la que están comprometidos. Esta distinción no es una separación. La vocación del hombre a la vida eterna no suprime, sino que refuerza su deber de poner en acción en este mundo las energías y los medios recibidos del Creador para servir a la justicia y a la paz.
En el Prefacio para la Solemnidad de Cristo Rey rezamos:
“Tú ungiste a Jesucristo, Tu único Hijo, con el óleo de la alegría, como el sacerdote eterno y el rey universal. Como sacerdote, ofreció su vida en el altar de la cruz y redimió a la raza humana por medio de este único sacrificio perfecto de paz.
Como rey, Él reclama dominio sobre toda la creación, para poder presentarte a Ti, Su Padre todopoderoso, un reino eterno y universal: un reino de verdad y vida, un reino de santidad y gracia, un reino de justicia, amor y paz.”
En una palabra, por si sirve de algo, lo veo de esta manera. En la Misa rezamos para que esperemos la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo. Porque el reino, el poder y la gloria son tuyos ahora y para siempre.
Aquellos cuyas vidas traten de hacer presente un poco de este reino en la tierra heredarán el reino eterno en gloria. Aquellos que hacen de la vida de los demás un infierno en la tierra… bien que Dios sea un juez misericordioso y justo.
Hay mucho en que pensar cuando decimos: “Venga tu reino”.
Saint James Catholic Church 