Carta de P. Geary, 11-12-2023 – Español

 ¡Alabado sea Jesucristo!

Noviembre es el mes de las Almas Benditas del Purgatorio. Aquellas almas que, en el momento de su muerte, estaban en estado de gracia (amistad con Dios), pero aún no estaban listas para entrar en el Cielo, permanecen en el Purgatorio hasta que se complete su castigo temporal. El tiempo del mérito termina con la muerte. Dios inmortaliza lo que encuentra en nosotros cuando nuestra peregrinación en la tierra llega a su fin. Las almas del Purgatorio tienen asegurada su salvación, pero dependen enteramente de la ayuda de otros para su liberación a la bienaventuranza eterna del Cielo.

Una Misa fúnebre es el regalo más poderoso y amoroso que uno puede dar a su ser querido fallecido. El cuerpo, hecho templo del Espíritu Santo por el Bautismo, es reverenciado y bendecido a imitación de la sepultura de nuestro amado Salvador. Luego, el cuerpo es enterrado en tierra bendita mientras el difunto espera el día de la Resurrección cuando nuestros cuerpos, junto con nuestras almas, serán juzgados públicamente como dignos de la condenación eterna o la salvación eterna. Hasta entonces, oramos constantemente por nuestros amados muertos con esperanza en la infinita misericordia de Dios.

Como no sabemos con certeza el juicio de Dios, oramos por los muertos asumiendo que están en el Purgatorio. ¡Imagínate si tu ser querido padece en el Purgatorio necesitando tus oraciones mientras tu pensabas que ya estaba en el Cielo! Nuestro Señor misericordiosamente permite que nuestras oraciones y sacrificios beneficien a las almas del Purgatorio. No te olvides de ofrecer la Misa y otros sacrificios para que puedan ser liberados pronto e interceder por ti a tu vez cuando entren al Cielo.

Que Dios te bendiga

P. Geary

Published by St. James, Belvidere

Saint James Catholic Church, Belvidere, IL