Quien come esta carne no morirá
No hay vida sin alimento. La comida de nuestro cuerpo, siendo o animal o vegetal, viene de de un ser vivo. Lo que está vivo nos da la vida en el cuerpo cuando lo comemos. Hoy en el
evangelio, Jesucristo nos muestra que para tener la vida eterna tenemos que alimentarnos de la vida que Él tiene. Cuando comemos su carne y bebemos su sangre estamos espiritualmente
alimentados con su vida así como el cuerpo se alimenta con la comida humana. Este alimento nuevo tiene un efecto inmediato sobre el creyente pues se le abre la vida eterna. Esta nueva
vida, según la promesa de Cristo nunca tendrá término. Cuando comemos la comida de este mundo nos hacemos parte del ciclo biológico de la vida. Pero cuando comemos la comida
espiritual recibimos la vida divina y estamos incorporados en la vida misma de Jesucristo.
